Décima semana.

23 noviembre
Ésta es la única clase que hemos tenido esta semana debido a la segunda semana complementaria que acontecía éste cuatrimestre.
Para empezar, como en el resto de ocasiones, hemos tenido la oportunidad de dar cualquiera de nosotros el inicio a la clase contando algún tipo de anécdota o evento vivido. Hoy ha sido una compañera la que nos ha propuesto nuestra participación en una exposición que se lleva a cabo a lo largo de esta semana en el ayuntamiento y que se llama Las otras víctimas. En dicha exposición hay una serie de dibujos expuestos que son realizados por los hijos de las madres que van a denunciar algún tipo de abuso por parte de su pareja.
Éste es un tema bastante importante siempre pero ésta semana más si cabe debido a la reivindicación de la igualdad de género llevada a cabo el 25 de noviembre.



Posteriormente a la breve introducción en la clase nos hemos situado en círculo para vernos las caras con los compañeros y comentar la parte del texto que teníamos para leer sobre El tacto en la enseñanza de Van Manen.


El método de comentar el fragmento ha sido el siguiente: el profesor iba numerando las páginas y cada uno destacaba lo que le había llamado la atención.
Alguna de las frases que más nos han llamado la atención ha sido:
El ojo que solo observa el comportamiento de los niños los convierte en objetos, mientras que el ojo que logra establecer contacto con ellos, hace que las relaciones personales sean posibles.
El tema de esta frase podría ser uno de los que más se ha tratado ya que hemos debatido que muchas veces hay tendencia de observar a los alumnos como a objetos, aunque en ocasiones se lleve  cabo una visión del niño más allá de un objeto.
También hemos tratado la manera que hay de tratar a los alumnos. El texto nos muestra diferentes ejemplos de una misma situación pero con diferentes reacciones. Por ejemplo cuando una maestra pide a sus alumnos que abran el libro por alguna página. En este caso está el profesor/a que lo hace apelando a sus alumnos: Quiero que abráis el libro por la página 87 o el que lo hace intentando establecer un contacto con los niños: Vayamos a la página 87.



Como conclusión en este caso hemos sacado que muchos profesores se comportan de esta forma porque es la forma más fácil, pero no la más adecuada para un ambiente educativo.
Siguiendo con este tema hemos remarcado una frase que puede concluir con ello que dice: Las mismas palabras, dichas de forma diferente, hace que las relaciones personales sean posibles.


Un tema que a mí en concreto me ha llamado la atención porque lo he visto curioso y porque pienso que podría ser útil en las clases es la utilización de un diario en el que los alumnos puedan expresar con letras lo que con palabras no les sale. Esto puede funcionar para que la profesora se dé cuenta de cualquier problema/preocupación que alguno de sus alumnos puede estar sufriendo tanto dentro como fuera de la escuela.


Una frase de la que hemos hablado bastante y hemos podido expresar nuestra experiencia ha sido: A través de los ojos somos capaces de hablarnos mutuamente sobre las cosas que las palabras no pueden expresar de forma adecuada. En el texto trata sobre el caso de una niña llamada Nicole a la que su profesora le pregunta si le va todo bien, a lo que ella responde afirmativamente pero en verdad, la maestra sabe que no es cierto. Una vez en clase mediante una mirada ambas saben lo que una está queriendo decir de la otra. Por ello damos mucha importancia al tacto en la mirada, porque hay veces que una mirada dice más que mil palabras.
Otro caso que ha llamado la atención en clase ha sido el de un niño que vive una situación difícil con una familia degradada. En este caso el niño hace un trabajo que la profesora no ve apto para recoger porque sabe que el niño es capaz de hacerlo mucho mejor. El niño, por sus razones, decide enfadarse y no hacer caso a la profesora que le había dicho que lo repitiera. La maestra, en vez de discutir con él y amenazarle de si no lo hace decide no ‘entrar al trapo’. Esto sirvió para que minutos después el niño cogiera el deber y se dispusiera a cambiarlo.
Nuestro profesor, Carles Monclus, ha contado su propia anécdota al respecto sobre un niño que un día llegó al colegio insultando a compañeros y profesores y mientras todos iban detrás del niño para castigarle, él se quedó en la puerta en silencio esperando a que fuera el niño y así ocurrió.
En conclusión, una cosa fuera de tono tiene como mejor respuesta un silencio porque si engordas la situación puede derivar en un problema más serio todavía.
De esta manera ha surgido un debate: ¿Si alguien tiene algún tipo de problema hay que tratarlo de una forma diferente al resto?
Hemos llegado a la conclusión que tiene que ver con el reconocimiento de todos los alumnos como personas a las que tenemos que oír, ayudar, apoyar, etc. Y en ningún momento el trato hacia esa persona tiene que ser desde la pena.



Una frase que para mí resume en que se basa la educación es: Los adultos solo pueden enseñar mediante el ejemplo a las generaciones más jóvenes.
Sin duda, estoy de acuerdo porque la educación que los mayores intentan dar a los jóvenes se basa completamente en dar ejemplo. Es decir, un padre/profesor no puede pretender que su hijo adolescente no fume o que su alumno haga buena letra cuando diariamente él está fumando o su letra es ininteligible. En el caso de fumar, ha surgido el tema de alumnos con padres fumadores que gracias a ello ni siquiera lo han probado.
Una vez hemos acabado de comentar el texto de Van Manen hemos propuesto una especie de debate sobre algunos temas relacionados como: ¿Ser profesor tiene que ser por vocación? o ¿Fumar en el ámbito educativo?
En el caso de ser profesión por vocación la mayoría hemos pensado que tiene que ser así pero nuestro profesor nos ha comentado que él cuando acabó la carrera no tenía vocación pero con el paso del tiempo, cuando decidió trabajar para la docencia intentó hacer su trabajo lo mejor posible. Por ello ser profesor no tiene por qué ser por vocación ya que aunque no tengas vocación cuando te pones delante de personas tienes una gran responsabilidad.
Con esto también hemos debatido si un profesor puede mostrar los problemas que vive fuera de la escuela a sus alumnos y la conclusión ha sido que sí ya que esto permite mostrar la humanidad, porque expresar nuestros sentimientos nos hace humanos. Por otro lado, esto puede ocurrir ocasionalmente porque si es diariamente se puede crear un clima pesimista y aburrido en la clase. Cabe añadir que una de las cosas que más calma a los alumnos es cuando perciben tranquilidad. Si el profesor, una persona adulta, entra a las clases con tensión transmite ese estado de ánimo a sus alumnos.



El hecho de prohibir fumar en un ambiente educativo pensamos que ha sido un cambio positivo tanto para la persona que fuma como para los que no porque ahorran respirar aire perjudicial y más todavía si son niños.
Para finalizar hemos afirmado que los profesores no son enciclopedias y que el mito que un profesor debe saberlo todo no es correcto. Un buen profesor debe saber crear un ambiente adecuado para impartir la clase.
Dada por finalizada la sesión de hoy, Carles Monclus nos ha planteado la siguiente pregunta para el próximo día: ¿Qué pensamos del sistema de evaluación?







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